Se rompió el Cristal

La preocupación de Daniel Ahmet fuente: Libero.pe

El torneo peruano es una de los más cambiantes del mundo, la hegemonía que pueden  mostrar ciertos equipos no es constante y muchas veces terminan definiendo los campeonatos.

Este es el caso de Sporting Cristal, para muchos el club más organizado y estable del campeonato peruano, que sin duda alguna ha consolidado su juego a base de talento individual y buen fútbol, pero que hace 3 fechas no conoce el triunfo y esto ha hecha que sus aspiraciones de conseguir el bicampeonato, dependan de lo que pueden hacer otros equipos.

Desde la fecha 12 ante León de Huánuco en el Alberto Gallardo, el cuadro celeste no muestra ese juego efectivo, con llegadas que terminaban en la eficacia que mostraban sus delanteros, tal es el caso que el la fecha 13 ante el sorprendente Sport Huancayo (perdió 5-3), quedo en manifiesto su poco producción defensiva, tan cuestionada en la era

Ahmet. En la fecha 15 ante su similar de Real Garcilaso, también se vio muchas dudas en la zona defensiva, a pesar de la vuelta de su capitán Carlos Lobatòn, quien esta vez no froto la lámpara, como tantas veces lo hizo para salvar a su equipo y salvarlos de un resultado adverso.

En las ultimas 3 fechas el cuadro celeste ha conseguido 2 de 9 puntos en disputa, a pesar de mantener el primer lugar con 25 unidades y 2 partidos menos, se debe pensar que es quien tiene las opciones más complicadas, ya que estos partidos por completar son nada más y nada menos frente a los 2 equipos más grandes del Perú (Alianza Lima y Universitario de deportes).

Esto sin duda es un tema que debe preocupar al comando técnico, ya que la irregularidad que se muestra en el torneo descentralizado, es como una enfermedad de quien nadie está libre de contraerla. A falta de 2 fechas para que concluya en Torneo Clausura, se sabe que el cuadro bajopontino tiene un cupo asegura el en cuadrangular final, pero con esta irregularidad que se viene mostrando es muy probable que los demás equipos tengan la opción de arrebatarle el título nacional, que al final es quien decide al campeón.