Hoy por hoy
los clásicos del fútbol peruano ya no transmiten ese sentimiento de algarabía
que años anteriores brotaban de nuestro ser. Hoy por hoy José Díaz parece mirar
con resignación los encuentros que ahora brindan los merengues y blanquiazules.
Hoy por hoy las butacas vacías del Estadio Nacional parecen observar el trámite
del balón como si estuvieran pidiendo perdón. Hoy solo es un partido más, donde
solo pareciera que se jugara por cumplir y no por amor a esa camiseta.
Universitario
y Alianza Lima protagonizaron una nueva edición del clásico peruano. Un empate
sin emoción. Un partido pausado, por momentos aburridos. Los dos equipos que no
peleaban mucho en el campeonato y salieron al gramado dándose la mano, sellando
un empate desde la previa. Una crónica de muerte anunciada.
Un tiempo
para cada uno, Alianza descontó y Edison Flores que lo empató Final el partido.
Los dos sellaron su participación irregular, como lo fue en el año. La próxima
fecha el equipo crema descansa y los aliancistas chocarán con Sporting Cristal.
Un clásico
para las estadísticas, para el archivo, para cumplir con lo establecido. Un
clásico con mucha pena y poca gloria.
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